El arte de canalizar nuestras emociones
¿Les ha pasado que sienten que sus emociones son más grandes que ustedes? Ese miedo a dejarnos sentir puede que haga que ignoremos que nuestras emociones quieren decirnos algo, por lo que optemos por pretender que no existen, sin embargo, lo más sano es escucharlas y aprender a canalizarlas de una manera sana y funcional. A continuación, vamos a aprender cómo funcionan las emociones, para que sirven, las consecuencias de reprimirlas y cómo podemos canalizar nuestras emociones a través del arte.
¿Cómo funcionan las emociones?
Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio, con el fin de poner en marcha los recursos a su alcance para controlar la situación o el acontecimiento (Fernández-Abascal y Palmero, 1999).
Todos los acontecimientos (puede ser un objeto, ser vivo, o alguna interacción directa o indirecta) van a pasar por una valoración, puesto que, no todo lo que sucede a nuestro alrededor va a ser igual de relevante, esta dependerá de factores como el significado del acontecimiento, el cual estará basado en nuestras experiencias previas en situaciones similares, aprendizaje y contexto.
Por consiguiente, nuestras emociones no dependen del acontecimiento en sí, sino de la manera en que lo valoramos.
Finalmente, nuestras emociones van a tener una respuesta a nivel:
- Neurofisiológico: consiste en respuestas como taquicardia, sudoración, vasoconstricción, cambio en el tono muscular, secreciones hormonales, cambios en los niveles de ciertos neurotransmisores, etc.
- Comportamental: coincide con la expresión emocional como paralizarnos, huir, llorar, entre otras.
- Cognitivo: es la experiencia emocional subjetiva de lo que pasa. Permite tomar conciencia de la emoción que se está experimentando y etiquetarla, en función del dominio del lenguaje.
¿Para qué sirven las emociones?
Históricamente las emociones nos han ayudado a sobrevivir, por ejemplo, el miedo nos ayuda a detectar que posiblemente estemos en peligro y de esta forma alejarnos. El enojo nos ayuda a poner límites a situaciones que nos irritan, o el desagrado nos ayuda a evitar alimentos o situaciones que pueden dañar nuestro organismo.
No hay emociones buenas o malas, todas las emociones son esenciales para nuestro desarrollo; lo importante es aprender a identificar, conocer, manejar y regular nuestras emociones de forma adecuada.
¿Qué pasa si no expreso mis emociones?
Aunque algunas emociones a nivel personal nos parezcan desagradables o tengamos miedo de sentirlas, el reprimirlas solo va a hacer que nuestro sistema busque otra vía, como malestares físicos (dolor de cabeza, estómago, hipertensión, etc.).
Por otro lado, puede pasar que la emoción se dispare en situaciones donde no existe una amenaza real (provocando la ansiedad), o sea incapaz de desactivarse con el paso del tiempo (como en la depresión). Es muy importante prestarles atención a nuestras emociones, y aunque puede ser abrumador. A continuación revisaremos como el arte puede ayudarnos a canalizar las emociones.
El arte para canalizar nuestras emociones
Arte y emoción están relacionados, de tal forma que se puede considerar que el arte se justifica en la emoción que transmite, toda actividad que logre o procure la transmisión de sentimientos o emociones se puede identificar como artística.
Como ya mencionamos, el reprimir nuestras emociones es contraproducente y en el arte podemos encontrar un lenguaje para expresarlas, ya sea por medio de, por ejemplo, la música. Papatzikis (2014) escribe que “la música es un lenguaje universal. Inspira y evoca emociones profundas y despierta nuestra imaginación, abriendo nuevas vías creativas de aprendizaje y desarrollo” (p.70). De igual forma, el tocar algún instrumento nos ayuda a conectar y a canalizar todo nuestro sentir.
A través de nuestra corporalidad, tenemos la oportunidad de crear movimiento, con cierto ritmo y fuerza que nos va a ayudar a ir liberando todo lo que estamos sintiendo en ese momento, al expresarte con movimientos descubrirás sensaciones y emociones que desconocías. No es necesario tener una técnica excelente, es solo dejar que tu cuerpo conecte con tu emoción y en conjunto vayan encontrando la forma de canalizar de una manera no verbal.
Música, baile, escritura…
Por otra parte, a través de la escritura, podemos ir nombrando todo lo que estamos sintiendo, ya sea describiendo nuestras sensaciones o redactando la causa de nuestra emoción ya que como vimos al inicio, es la valoración del acontecimiento lo que genera la emoción.
Para resumir, si llevamos bastante tiempo evadiendo nuestras emociones y encontramos muy abrumador el dejarlas sentir, las podemos ir canalizando por medio del arte, existen varios recursos y no es el fin estético lo que buscamos, es dejarnos sentir para poder aprender el por qué esa situación me enojó o me atemorizó.
Lxs invito a experimentar con la actividad artística de su agrado o atreverse a probar un medio artístico diferente, lo importante es que no se queden o ignoren lo que sienten. Me despido con un cálido abrazo ¡Nos leemos pronto!
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Referencias
Cano Murcia, Sandra Rocío, & Zea Jiménez, Marcela (2012). Manejar las emociones, factor importante en el mejoramiento de la calidad de vida. Revista Logos, Ciencia & Tecnología, 4(1),58-67.[fecha de Consulta 12 de Septiembre de 2021]. ISSN: 2145-549X.
Fernández-Abascal, E.G. y Palmero, F. (1999). Emociones y salud. Barcelona: Ariel
Papatzikis, E. (2014). Música. Revista Fundación Botín, 68-87.