¿Cómo dejo de querer a quien no me valora?

¿Cómo dejo de querer a quien no me valora? Muchas gracias por tu pregunta. Enamorarse o vivir un amor implica que cedamos parte de nosotros: atención, cariño, esfuerzo, y trae consigo la contrapartida: desacuerdos, contrariedades, y a menudo la sensación de no ser valorado.

Pensemos por un momento en una relación en la que nuestro valor no estaba bien dimensionado, ¿respecto a qué no se nos valora?

Con el recuerdo cerca nos facilita dar un vistazo a tres aspectos donde el valor de uno mismo esta en juego. Primero hay que considerar la dimensión de la fantasía, es importante tener en cuenta que el vínculo de amor implica una serie de imaginaciones, de escenas que construimos sobre el otro, lo que hace y dice, pero no es la realidad de ese otro, a lo mucho puede parecerse en algo. Lo que se descubre, es que esa fantasía habla de mi, de lo que quiero y tal vez necesito.

El segundo aspecto sería la “regla imaginaria” que tiende a construirse para medir lo que cada uno hace en una relación. Ésta regla suele ser una tortura, pues en los vínculos no hay un punto exacto medible sobre lo que yo hago y el otro hace. Lo que se encuentra dentro de lo posible es crear el espacio para hablar de lo que se siente, sin llegar a confirmar el punto exacto de una medida imaginaria.

Y el tercer aspecto es lo que sucede en aquellos casos donde la relación se vive con angustia o dolor por una invalidación constante. Ante estos momentos es importante buscar espacios seguros para pensar en lo que se quiere para sí. Y para propiciar la reflexión sobre lo que nos sucede es importante remitirnos a nuestra propia historia.

Aún siendo adultos, o incluso adolescentes, con las fuerzas y capacidades para valernos por nosotros mismos, podemos sentirnos increíblemente vulnerables ante un recuerdo, una palabra, una mirada o un gesto. Esto no es raro en lo absoluto, recordemos que en nuestros primeros momentos de vida, fuimos completamente dependientes de otra persona, y aún cuando se corto el cordón umbilical, los aspectos psíquicos no adquieren una independencia así de rápido; y muchas veces no la obtienen. Deforma que todo lo que hemos vivido en la más absoluta dependencia se encuentra guardado, y surge ahora con 13, 17, 26, 32, 45, 60 años.

De ahí que “nuestro valor” se encuentre confeccionado por el otro: por mamá, papá, abuela, tío, hermano, maestros, amigos, etc., que aportan imágenes, experiencias, ideas. Por ello, es importante pensar-me, reflexionar lo que siento, lo que voy siendo…y construir con ello una forma más mía de hacer vínculo, sin tanto dolor.

¡Muchas gracias por confiarnos tus dudas! Te esperamos los miércoles de #preguntalotodo en nuestro Instagram, tal vez tu duda sea contestada por acá. Recuerda que alguien más puede estar pasando por algo parecido a lo tuyo. O si deseas puedes mandar tus preguntas aquí: https://forms.gle/skhdDqs67vQrEcbJA

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