¿Cómo funciona mi cuerpo ante el estrés?

Mi cuerpo ante el estrés.

Me gustaría empezar este artículo con una frase de Hans Selye “No es el estrés lo que nos mata, es nuestra reacción al mismo”.

Me ha gustado esta frase porque algunas veces se utiliza la palabra “estrés” como justificación o para evadir diversas situaciones. Si la has utilizado, no te preocupes, yo también lo he hecho. La pregunta es: ¿por qué lo hacemos? puede ser porque estamos acostumbrados a experimentar los síntomas del estrés, pero no a saber cuál es su funcionamiento, te invito a seguir leyendo este artículo y así conocer las fases del estrés, identificar cómo reaccionamos ante dicho suceso y qué actividades puedes realizar para disminuir los niveles de estrés.

¿Cómo funciona mi cuerpo ante el estrés?

Foto por Christopher Campbell en Unsplash

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción. Todo ser humano experimenta estrés porque es una respuesta de supervivencia natural ante situaciones, lo que varía son las conductas de afrontamiento. Es un sistema de alarma, que puede funcionar como paralizante o como impulso.

Cuando el estrés funciona como paralizante se le denomina “distrés”, altera y disgusta el cuerpo del ser humano y envía el mensaje de amenaza. Al hablar de impulso se menciona “eustrés”, causa placer y estimula al ser humano a actuar y sentirse con energía.

Hans Selye se considera el padre del estudio del estrés, él define esta palabra como la respuesta adaptativa del organismo ante los diversos estresores y describe el estrés en tres fases:

1. Alarma de reacción:

Se activa cuando hay un estímulo estresor, puedes experimentar sequedad en la boca, temblor en las manos, sudoración, taquicardia, tensión muscular y agitación. Es una fase corta en donde estarás atento(a) y concentrado(a) para actuar. Tu cerebro empieza a liberar las principales hormonas del estrés para generar energía: cortisol, adrenalina y noradrenalina.

Ejemplo: Observas el reloj y te das cuenta que es tarde para llegar a tu trabajo, intentas apresurarte, pero no encuentras las llaves de tu automóvil. Tu respiración se agita, sientes las manos sudorosas y temblorosas, buscas por todas partes y no las encuentras, empiezas a preguntar, nadie te da una respuesta clara, sigues observando el reloj, el tiempo avanza y piensas que de seguro tendrás una llamada de atención en el trabajo.

2. Resistencia:

En esta fase existe una alteración física, cognitiva, emocional y conductual para encontrar una estrategia de afrontamiento ante la situación. Es la etapa de toma de decisiones y la duración depende de cada persona, en algunos puede ser corta y el estrés llega a su fin. Por el contrario, cuando esta se prolonga nos lleva a la tercera fase del estrés.

Ejemplo: Intentas recordar en que lugar probablemente dejaste las llaves, te diriges a la sala y las encuentras al lado del sillón, das un respiro profundo con sensación de alivio, observas que la sudoración y temblor de tus manos disminuye. Finalmente, caminas hacia tu automóvil para poder llegar a tu trabajo.

3. Agotamiento:

Al no encontrar una estrategia de afrontamiento adecuada puedes sentirte agotado(a), experimentando diversos síntomas de ansiedad, depresión, o también dolor de cabeza, tensión muscular y/o problemas gástricos.

Ejemplo: Recorres varias áreas de tu casa para poder encontrar las llaves, el tiempo sigue avanzando y no las encuentras, sientes como tu corazón se agita, empiezas a llorar y a pensar como te regañarán en tu trabajo. Experimentas dolor en la espalda y no sabes en donde más buscar. Recibes una llamada de tu trabajo, no respondes y el llanto aumenta. Finalmente, decides no ir a tu trabajo, te es difícil relajarte ya que existe el pensamiento recurrente de una amonestación en tus actividades laborales. En la noche, aparecen las llaves, pero no logras dormir pensando en el posible regaño que te dará tu jefe.

¿Cómo llegamos al estrés crónico?

Ahora que ya conoces las fases, pregúntate ¿cómo llegamos al estrés crónico? es importante saber que este estrés se origina cuando se prolonga el tiempo de la fase 2 y 3 ante una situación que se repite constantemente, por ejemplo, una dinámica familiar hostil, experimentar acoso laboral, o preocupación por el pago de deudas.

El estrés crónico puede provocar diversas alteraciones físicas y mentales, las más comunes son: hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, alopecia, acné, trastornos de ansiedad, depresión, fobias, trastorno obsesivo compulsivo y trastornos del sueño.

¿Qué me puede ayudar a disminuir los niveles de estrés?
¿Cómo funciona mi cuerpo ante el estrés?

Foto por todd kent en Unsplash

Por lo tanto, me gustaría poder brindarte algunas actividades que puedes aplicar para disminuir los niveles de estrés y también afrontarlo:

  • Respiración diafragmática: coloca una mano en tu pecho y la otra en el abdomen. Inhala por la nariz, mantén el aire durante 5 segundos y luego exhala lentamente por la boca. También puedes utilizar aplicaciones que te brindarán una respiración guiada como: Prana Breath, Samsung Health y Simple Habit.
  • Detener, Respirar, Observar y Proceder (DROP): Al sentirte estresado(a) detente, respira, observa lo que experimentas en tu cuerpo e identifica los pensamientos, permite sentir y escuchar a tu cuerpo, luego retoma tus actividades.
  • Mandalas: dibuja o colorea mandalas de tu elección. Te permitirá estar en el aquí y ahora, identificar las emociones que experimentas y encontrar posibles soluciones.
  • Técnicas de relajación: puedes practicar yoga, relajación y tensión de Jacobson, musicoterapia o mindfulness. Aquí en Kathartiko tenemos grupos de Yoga y Mindfulness, escríbenos para inscribirte.
  • Actividad física: para reducir el estrés se recomienda natación, pilates, boxeo, yoga o atletismo.

En definitiva, es probable que utilicemos la palabra “estrés” como justificación o evitación, porque no has encontrado una estrategia de afrontamiento adecuada y/o puede que estés atravesando la fase de agotamiento. Ahora que ya sabes el funcionamiento del estrés en sus tres fases, no olvides realizar actividades para disminuir los niveles y así no poner en riesgo tu salud física, mental y emocional. Si deseas trabajar en tus disparadores de estrés y conocer herramientas de afrontamiento, recuerda acudir a un profesional en psicología.

Me encantaría conocer tu experiencia o si tienes alguna inquietud me puedes escribir a belencardenas@kathartiko.com Recuerda, en la psicología exploramos y descubrimos diferentes temas, en esta sección sobre salud mental que pueden ser de beneficio a nuestro crecimiento personal. Gracias por leerme. ¡Nos vemos en la próxima exploración!

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Referencias:

Parcerisa, E. (2020). Cinco deportes para liberar el estrés del día a día. NIUS.

Pérez, J. (2017). Trata el estrés con PNL.  Editorial Universitaria Ramón Areces.

Sánchez, F. (2019). Fases del estrés y sus características. Lifeder.

Torrades, S. (2007). Estrés y burn out. Definición y prevención. Revista Elsevier 26(10).

Trejo, J. (2019). Técnicas de contención emocional y manejo del estrés para personal de custodia penitenciaria. Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

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