¡Me rehabilito para vivir genuinamente!

Querido diario:

¿Qué te gustaría hacer genuinamente, lo que tú quieres en verdad? ¿cómo quieres vivir genuinamente?

¡Me rehabilito para vivir genuinamente!Esta es nuestra primera carta que sale al mundo, ese mundo que me da miedo, que me paraliza en algunas ocasiones. Ese mundo que me sacude las ideas y a veces me da la rara condición del mutismo1, ¿para que hablar en un mundo donde todos tienen tanto que decir o postear? Claro, esta condición del mutismo es aún más rara cuando el diagnóstico se suscribe como mutismo selectivo2, en otras palabras, hablo mucho con los cercanos, pero con otros, me sacan las palabras con tirabuzón.

Esta condición del mutismo selectivo me ha hecho cuestionar si lo que digo es importante, si es necesario que salga al mundo y me ha puesto en una posición no agradable para una escritora y creadora de contenido, que se ha contenido. He visto a tanta gente vomitar sus ideas, sus creencias, flagelar lo opuesto, lo diferente, me he bañado de palabras escritas en comentarios y he visto las funas3 en internet, que obviamente son sin duda los reforzadores de mi mutismo, ¡que miedo opinar o publicar!

Todo esto me llevó, entre muchas cosas, a dejar de publicar y lo más grave para mí: a dejar de escribir. Esto último no solo es culpa de lo que yo denomino la “ley del más pendejo”4 en internet (en las notas cuento que es eso), además mucha culpa ha tenido la vida adulta, la mala costumbre de trabajar para comer y de sentir mi pasión como una obligación.

¿No sé si alguna vez te ha pasado que te encanta algo pero cuando se vuelve un trabajo o una “obligación” pierde la magia? Bueno eso me pasó. Entre hacer guiones, artículos, texto para redes con fecha límite, sobre todo mi creencia de productividad y mi miedo a cometer errores le quitaron la magia a escribir simplemente porque quería, porque me llena de vida.

Y comencé a sentirme atrapada, me metí a una jaula como esos pajaritos que mi abuela Cata compraba (no la juzguen) y los dejaba ahí de decoración y de música de fondo hasta que un día, mejor dicho, una noche, una mala noche, se le olvidaba meterlos a casa y el norte5, un mal norte, los congelaba y los mataba literalmente el frío.

Dejar de escribir no me ha matado pero sí me congeló un poquito el corazón de pájaro que tengo.

¡Me rehabilito para vivir genuinamente!Meses tardé en darme cuenta de mi miedo a decir algo incómodo, de mi presión por siempre decir algo psicológico, de escribir de manera perfecta, que estaba atrapada en mi cabeza y eso no me permitía realizar una de las actividades y formas de vivir que más amo: vivir escribiendo. Algo que siempre trato de contagiar a la gente, escribir sana, escribir te ayuda a afrontar la vida y yo no lo estaba haciendo.

Y después de darle muchas vueltas en la cabeza, con muchas tazas de chai latte, un buen día decidí rehabilitarme. Rehabilitarme desde la humanidad y con compasión. Vivir una vida genuina, vivir mi vida, no la de otros o no la que yo pienso que debo vivir, porque los otros eso esperan de mí.

Parece trabalenguas, pero hoy decido rehabilitarme para poder escribir todos los capítulos que vengan de mi vida, darles espacio, responsabilizarme, abrazar las emociones y plasmarlas en un papel porque eso A MI me hace feliz. ¿Qué te hace feliz a ti?

Por eso hoy estamos aquí, yo escribiendo esta primera carta y tú leyéndola. Esta es mi nueva apuesta: día con día hacer lo que amo, no por obligación, sino porque me hace bien. Una apuesta a escribir cuando yo quiera y lo que yo quiera.

Una puesta a recordarme que tengo mucho que decir, pero nada que imponer.

Así nace y evoluciona posdata, estas cartas escritas desde mis entrañas, para desenmarañar mis ideas y simplemente escribir. Aquí me muestro vulnerable no como la psicóloga, sino como el ser humano que soy, aquí hablo sin títulos desde Paloma. Mi compromiso contigo, querido diario, es disfrutarté y publicar una carta al menos una vez al mes, no para los otros, sino para nosotros y si ayudamos a rehabilitar a más personas a vivir genuinamente desde nuestras experiencias y millones de preguntas que tenemos será un plus. ¿Tú de qué te quieres rehabilitar?

Con amor: Paloma

PD: ¿Te rehabilitas conmigo?

No olvides dejar tu comentario ¿qué te hizo sentir esta carta?

¡Me rehabilito para vivir genuinamente!

 


NOTAS:

1

Mutismo: es una afección en donde se deja de hablar súbitamente (afecta a infantes). Claro esta afección es mucho más compleja de lo que se plasma aquí, en esta carta es solo una analogía.

2

Mutismo selectivo: es una afección en donde mayormente los infantes no hablan en ciertos entornos. Por ejemplo, puede hablar en casa pero no en la escuela. Repito: esta afección es mucho más compleja de lo que se plasma aquí, en esta carta es solo una analogía.

3

Funas: lenguaje coloquial que se usa para darle nombre al fenómeno que se da en redes sociales de cancelar o desacreditar a una persona exponiéndolo al escarnio público mediante redes sociales.

4

Ley del más pendejo: Yo denomino a esto al hecho de que las personas siempre quieren dar sus opiniones sobre todo en redes, tener la razón y acusan al otro de estar mal y de ser un pendejo; buscando adoctrinar con sus ideas, opiniones o creencias. Aplica la frase: “aquí hay un pendejo y no voy a hacer yo”, aunque probablemente todos estemos equivocados.

5

Norte: La presencia de vientos “fuertes” que pueden alcanzar velocidades que van de los 35 a los más de 100 kilómetros por hora en superficie.

 

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